Fondo de la Reconstrucción y empresas exponen sobre proceso de donación a zonas afectadas por incendios

En un seminario organizado en conjunto con el Centro de Filantropía e Inversiones Sociales de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, la secretaria ejecutiva del Fondo Nacional de la Reconstrucción, Trinidad Undurraga, expuso sobre los alcances y avances que ha tenido esta iniciativa.

Luego de hacer un repaso de la emergencia ocurrida con los incendios forestales en el verano en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, Undurraga relató el trabajo que ha llevado adelante el Fondo desde que entró en vigencia, a fines de febrero de este año.

Así, por ejemplo, destacó la primera entrega ocurrida en Ránquil, región de Ñuble, donde el propio ministro de Hacienda, Mario Marcel, recibió las donaciones consistentes en 22 módulos de ampliación de viviendas de emergencia y 2.000 polines para construcción de cercos donados por la empresa Arauco; y kits complementarios de bienes durables, iniciativa del Hogar de Cristo.

“En la colaboración público-privada es fundamental entender cómo accionar entre diferentes estamentos, porque somos distintos, pero nos juntamos para un fin común, que en este caso es llegar a la población afectada”, señaló la secretaria ejecutiva y añadió que “dado que acá hay beneficios tributarios, la idea es que esa obra tenga un fin social”.

Precisamente las dos empresas que han concretado donaciones en las zonas afectadas participaron de este seminario para contar cómo ha sido la experiencia, cómo donar a través del fondo y, por supuesto, lo necesario que se torna concretar nuevos recursos.

En el caso de Arauco, fue su gerenta de Sostenibilidad e Impacto, Soledad Vial, quien dio testimonio de cómo la forestal se ha hecho parte de esta causa. La compañía está trabajando con el Fondo distintos proyectos que totalizan más de $800 millones en comunas de Ñuble y Biobío. Estos apuntan a recuperar instalaciones de agua, paisajismo y vivienda. Asimismo, se está trabajando en un proyecto mayor que busca reconstruir los cercos en predios afectados en cinco comunas. “Esto también nos ha desafiado a diseñar un plan que vea con una mirada de futuro y resiliencia los territorios, sobre todo considerando la dispersión territorial de los afectados. Es importante que sea organizado y para ello trabajo público privado es clave”, señaló Vial.

Por el lado del Hogar de Cristo, el relato estuvo a cargo de su director ejecutivo, Juan Cristóbal Romero. Esta institución presentó un proyecto de kits complementarios para aquellas familias que, hasta el momento de la entrega, no hubiesen contado con refrigerador, microondas, comedor y hervidor, gas, entre otros enseres. Ese proyecto, cercano a los $600 millones benefició a 800 familias en las tres regiones afectadas: “Las viviendas no venían acondicionadas por completo por dentro y era vital para que las familias tuvieran una experiencia completa de reconstrucción”. A ello se añadieron los equipos de primera respuesta pues “las familias muchas veces necesitaban recibir información, contención, redes de ayuda que estaban disponibles, pero no llegaban por distintas razones. Hubo equipos también de primera respuesta”, explicó Romero.

El Fondo Nacional de la Reconstrucción continúa recibiendo donaciones para ir en ayuda directa de alguna comunidad o presentar proyectos de reconstrucción en vivienda, salud, educación o sectores productivos.